Edinburgo, Escocia, verano de 2003. Era tiempo de DJ Isma, de noches que se confundian con el día y de músicas del alma. Tres murcianicos pasaban unos días en una tierra de leyenda en la que confluían pueblos de todo el mundo y condición.
Se cerraba el día y apetecía tomar una cerveza escuchando buena música, así que entramos en un local que tenía buena pinta. Estaba abarrotado de gente, sobre todo de veinteañeros trasnochados que esprimían cada momento del día y querían continuar la fiesta.
Al fondo se divisaba un pequeño escenario y un grupo de chavales que sonaban bastante bien. Avanzamos entre sillas y mesas altas hasta encontrar un hueco, pillamos unas pintas y nos quedamos escuchando a la banda. Debía ser la tercera canción que tocaban pero fué la que más me impactó. Me sonaba el estribillo y las notas pero desconocíamos al autor. Una hora mas tarde abandonamos el lugar pero no podía quitarme esa canción de la cabeza.
Yo siempre he sido de clásicos aunque hace un tiempo intento conocer nuevos grupos pero sin que se salgan demasiado de lo que a mi me gusta.
Pues bien, de todo lo que he escuchado últimamente sin duda lo que mas me convence es Jack White, me parace innovador y un excelente guitarrista además de muy versatil en sus composiciones. Fué al escuchar Seven Nation Army del grupo formado por él y su hermana White Stripes, cuando me encajaron las piezas. Era esta canción la que sonaba tan bien en aquel recordado garito de Edinburgo.
Es curioso como la música te transporta en el tiempo y te hace rememorar momentos como si hubieran ocurrido ayer mismo.
Ahora Jack White nos visita en Julio con su nuevo grupo The Racounters en el Festival de Benicasim. Mi intención es ver a Johnny Winter en San Javier y al día siguiente a Jack & Co.
¿Os lo vais a perder?
Se cerraba el día y apetecía tomar una cerveza escuchando buena música, así que entramos en un local que tenía buena pinta. Estaba abarrotado de gente, sobre todo de veinteañeros trasnochados que esprimían cada momento del día y querían continuar la fiesta.
Al fondo se divisaba un pequeño escenario y un grupo de chavales que sonaban bastante bien. Avanzamos entre sillas y mesas altas hasta encontrar un hueco, pillamos unas pintas y nos quedamos escuchando a la banda. Debía ser la tercera canción que tocaban pero fué la que más me impactó. Me sonaba el estribillo y las notas pero desconocíamos al autor. Una hora mas tarde abandonamos el lugar pero no podía quitarme esa canción de la cabeza.
Yo siempre he sido de clásicos aunque hace un tiempo intento conocer nuevos grupos pero sin que se salgan demasiado de lo que a mi me gusta.
Pues bien, de todo lo que he escuchado últimamente sin duda lo que mas me convence es Jack White, me parace innovador y un excelente guitarrista además de muy versatil en sus composiciones. Fué al escuchar Seven Nation Army del grupo formado por él y su hermana White Stripes, cuando me encajaron las piezas. Era esta canción la que sonaba tan bien en aquel recordado garito de Edinburgo.
Es curioso como la música te transporta en el tiempo y te hace rememorar momentos como si hubieran ocurrido ayer mismo.
Ahora Jack White nos visita en Julio con su nuevo grupo The Racounters en el Festival de Benicasim. Mi intención es ver a Johnny Winter en San Javier y al día siguiente a Jack & Co.
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